Fundación Piñera Morel innova creando un fondo de financiamiento colaborativo.
Los matching grants operan bajo el principio de apalancamiento financiero: por cada dólar recaudado de fuentes privadas, el gobierno aporta una cantidad proporcional. Este modelo no solo amplía los recursos disponibles, sino que también válida el apoyo comunitario a los proyectos.
La noticia fue anunciada por el Diario La Segunda. Me ha parecido muy interesante y la quiero comentar.
En resumen, la nota dice que la Fundación Piñera Morel ha creado un Fondo Concursable que financiará proyectos que promuevan el acceso a la cultura y el patrimonio en sector vulnerables. Según la información de prensa, bajo el lema “La cultura llega a la gente” el fondo aportará un máximo de 25 millones por proyecto a organizaciones cuyas iniciativas estén previamente aprobadas por la Ley de Donaciones Culturales. Las postulaciones estarán abiertas hasta el 31 de octubre y los recursos se entregarán en diciembre.
Como se sabe, la Fundación Piñera Morel fue creada en 2022 por la familia del expresidente Sebastián Piñera con el propósito de contribuir a una educación integral e inclusiva en Chile. Su enfoque se centra en apoyar iniciativas que mejoren la calidad educativa, especialmente para niños y niñas con necesidades educativas especiales. En el pasado, la Fundación Piñera Morel, en colaboración con la Fundación Futuro, ha lanzado convocatorias de Fondos Concursables, dirigida a docentes y equipos directivos de los Liceos Bicentenario. Esta iniciativa busca financiar proyectos educativos innovadores que impacten positivamente en la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes.
Su programa, “A Leer Jugando”, ha beneficiado a más de 1.645 escolares, fomentando la lectura con tecnología educativa. Arte Integra ha realizado más de 350 talleres para niños con discapacidad intelectual. Las Olimpiadas de Liceos Bicentenario, convoca a cerca de dos mil estudiantes que han participado en competencias deportivas.
¿Por qué esta noticia importa?
Hasta donde sabemos, es la primera vez que una fundación privada chilena implementa un mecanismo de financiamiento colaborativo para el sector cultural que incluye subvenciones de contrapartida. Se trata de una verdadera innovación, pues, aunque pueden existir fundaciones que asignan fondos mediante concursos ‘ex ante’—es decir, entregando recursos antes de la ejecución del proyecto para hacerlo viable—la Fundación Piñera Morel ha decidido dar un paso más allá. Como requisito, exige que los beneficiarios hayan obtenido previamente el visado del Comité Calificador de Donaciones con Fines Culturales, establecido en la Ley Valdés.
La Ley Valdés (Ley N.º 19.169) establece un marco legal para las donaciones con fines culturales en Chile, permitiendo que tanto empresas como individuos deduzcan un porcentaje significativo de sus contribuciones fiscales. Desde su implementación, se ha observado un aumento gradual en las donaciones privadas al sector cultural, aunque aún representan una fracción del total del financiamiento cultural en comparación con los aportes estatales.
El Comité Calificador de Donaciones Privadas se encarga de calificar proyectos culturales presentados para financiamiento bajo la Ley de Donaciones Culturales de Chile. Su operación se basa en la revisión exhaustiva de cada proyecto, considerando su pertinencia a la ley, la viabilidad jurídica de la entidad que lo presenta, la calidad de su plan de gestión, y la claridad en la retribución cultural que se ofrece a la comunidad(1). El Comité también se preocupa de la correcta ejecución de los proyectos y la rendición de cuentas por parte de los beneficiarios.
En su conformación 2024, el Comité estuvo integrado por representantes del Congreso, el Ministerio de Hacienda, las organizaciones culturales y artísticas (privadas), los premio nacionales (personas) y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
En este post hay más información sobre la constitución del Comité y sus últimos fallos en 2024: https://cristian-antoine.blogspot.com/2025/05/exclusivo-analisis-de-resultados-2024.html
Aunque la nota de La Segunda no proporciona información sobre el total del Fondo, es evidente que esos recursos incrementarán el dinero que proveniente desde el sector privado fluye hacia la cultura. Y eso es una muy buena noticia.
¿Qué significa para el sector cultural?
Me parece que lo que aquí está haciendo la Fundación Piñera Morel es generar un mecanismo espejo que lo que la tradición norteamericana en asignación de recursos públicos a la cultura llama “Matching Grant”.
Muy bien, no es problema, pero están al revés.
Los matching grants representan uno de los mecanismos de financiamiento público más efectivos para proyectos culturales en Estados Unidos, operando bajo el principio de que el sector público complementará los recursos que las organizaciones puedan recaudar de fuentes privadas. En Chile, los fondos privados van de seguir a la decisión (semi) pública. Veamos esto con más detalle.
Este sistema de financiamiento condicional requiere que las organizaciones culturales demuestren su capacidad de movilizar apoyo comunitario y privado antes de acceder a fondos gubernamentales, creando un modelo de responsabilidad compartida que maximiza el impacto de la inversión pública. Las principales agencias federales como el National Endowment for the Arts (NEA) y el National Endowment for the Humanities (NEH), junto con consejos estatales de artes, implementan estos programas con ratios de contrapartida que van desde 1:1 hasta 3:1, estableciendo un ecosistema de financiamiento que incentiva tanto la diversificación de fuentes de ingresos como la sostenibilidad a largo plazo de las iniciativas culturales.
La eficacia de este mecanismo radica en su capacidad para generar un efecto multiplicador de los recursos públicos limitados, mientras que simultáneamente fortalece las conexiones entre las organizaciones culturales y sus comunidades locales.
Naturaleza y Definición de los Matching Grants
Los matching grants, también conocidos como challenge grants, constituyen premios de financiamiento condicional que requieren que una organización recaude una porción específica de la subvención a través de la solicitud de dinero nuevo y/o contribuciones en especie.
Este mecanismo de financiamiento opera bajo la premisa fundamental de que el sector público proporcionará recursos económicos únicamente cuando las organizaciones beneficiarias puedan demostrar que ya han asegurado o están en proceso de asegurar fondos complementarios de fuentes no gubernamentales. La cantidad de contrapartida requerida varía considerablemente según las directrices individuales de financiamiento, pero generalmente oscila entre el 20% y el 100% del monto total de la subvención otorgada.
El propósito central de los requisitos de matching grants es desafiar a las organizaciones a incrementar sus ingresos y ampliar su base de apoyo comunitario1. Esta estructura de financiamiento funciona como una palanca estratégica para inspirar a otros donantes a participar y apoyar una organización o proyecto específico. En muchos casos, una organización beneficiaria no puede acceder a los fondos originales de la subvención hasta que haya asegurado la contrapartida requerida.
Por ejemplo, si una organización sin fines de lucro recibe una subvención de $100,000 con un requisito de contrapartida del 100%, solamente puede “desbloquear” la subvención original de $100,000 una vez que haya asegurado $100,000 en nuevos compromisos de financiamiento.
La diversidad en la estructura de los matching grants es considerable, ya que algunos permiten que las contribuciones en especie cuenten hacia el requisito de contrapartida, mientras que otros únicamente permiten fondos nuevos de donantes nuevos. Esta flexibilidad en la definición de qué constituye una contribución válida permite que organizaciones con diferentes capacidades financieras puedan participar en estos programas de financiamiento.
Los matching grants funcionan como mecanismos de desarrollo de capacidades organizacionales al requerir que las organizaciones culturales desarrollen y demuestren competencias en recaudación de fondos, gestión financiera y desarrollo de relaciones comunitarias. El proceso de asegurar fondos de contrapartida obliga a las organizaciones a diversificar sus fuentes de ingresos, reduciendo la dependencia excesiva de cualquier fuente única de financiamiento.
Los matching grants operan bajo el principio de apalancamiento financiero: por cada dólar recaudado de fuentes privadas, el gobierno aporta una cantidad proporcional. Este modelo no solo amplía los recursos disponibles, sino que también válida el apoyo comunitario a los proyectos.
Aquí lo que ha hecho la Fundación Piñera Morel es invertir el principio, toda vez que recibirán eventualmente los fondos, solamente aquellas organizaciones culturales que ya hayan sido beneficiadas por el Comité de Donaciones. Pero el resultado vendría ser más o menos el mismo: organizaciones que cuenten con la experiencia, como para obtener el Certificado de Donaciones que les permite acceder a las empresas que los apoyen beneficios tributarios, recibirán adicionalmente hasta 25 millones de pesos complementarios.
Como hemos sostenido, los matching grants funcionan como mecanismos de desarrollo de capacidades organizacionales al requerir que las organizaciones culturales desarrollen y demuestren competencias en recaudación de fondos, gestión financiera y desarrollo de relaciones comunitarias. La modalidad que anuncia la fundación chilena va en la misma dirección y por ello deben interpretarse como una muy buena noticia
Además, un mecanismo como el anunciado de asegurar fondos de contrapartida obliga a las organizaciones a diversificar sus fuentes de ingresos, reduciendo la dependencia excesiva de cualquier fuente única de financiamiento.
Procuraré seguir informando sobre esta iniciativa.