El Poder Silencioso: Un Informe sobre el Mecenazgo Femenino en la Historia del Arte

Durante siglos, los libros de historia del arte han repetido el mismo relato: los grandes mecenas del arte fueron reyes, papas y príncipes.

Pero detrás de muchos de los tesoros más célebres de Occidente late un poder en la sombra, elegante, tenaz y casi siempre silenciado: el de las mujeres.No eran musas mudas ni simples damas de compañía. Fueron estrategas, diplomáticas, empresarias y visionarias que, con su dinero, su criterio y su audacia, decidieron qué se pintaba, qué se esculpía y qué ideas perdurarían. Isabella d’Este negoció con Leonardo da Vinci como quien negocia un tratado de paz.

Lucrezia Borgia encargó frescos que aún nos quitan el aliento. Catherine de Médicis convirtió París en la capital del Renacimiento francés. Peggy Guggenheim apostó por Pollock cuando nadie más lo hacía.

Y antes de que el mundo supiera pronunciar “impresionismo”, Berthe Morisot y Mary Cassatt ya lo estaban financiando y exponiendo.Esta no es una historia de “mujeres que también ayudaron”.

Es la historia de cómo, muchas veces, fueron ellas las que realmente movieron los hilos del arte mientras la crónica oficial miraba hacia otro lado.Es hora de devolverles el pincel, el contrato y el nombre que merecen.

Cristian Antoine, quien recientemente presentó su libro Mecenas. Historia del Mecenazgo y el Patrocinio Cultural (Capo Ed, Santiago, 2025, 444 pp), pasa revista en este post a este interesante tema

La versión completa disponible en: https://cristian-antoine.blogspot.com/2025/12/el-poder-silencioso-un-informe-sobre-el.html