“Digno de encomio”, dice el diccionario que significa que algo o alguien merece ser elogiado o alabado por su mérito, virtud, o acción destacada. Es una expresión que se usa para resaltar la excelencia o el valor de una persona, acción, o logro. Por ejemplo, si alguien realiza un trabajo excepcional o muestra una actitud admirable, se puede decir que su esfuerzo es tal.
Este sábado 2 de noviembre, durante un cóctel a beneficio de la Camerata Travesía de Teatro del Lago, la empresaria y filántropa Nicola Schiess anunció su transición a Past President de la fundación del mismo nombre, entregando la dirección que llevó por dos décadas. Con este paso, Schiess quedará como embajadora de la Fundación Teatro del Lago, contribuyendo con su experiencia y trayectoria al nuevo directorio. Digno de encomio.
Y por varias razones.
El Teatro del Lago, situado en Frutillar, a unos mil kilómetros al sur de la capital chilena, es un emblemático espacio cultural que se ha posicionado como un referente en la escena operística de América del Sur. Este teatro no solo destaca por su arquitectura y tecnología avanzada, sino también por su enfoque en la promoción de la cultura y la ópera en el país.
Ubicado a orillas del lago Llanquihue y rodeado de un paisaje natural impresionante, el Teatro fue inaugurado en 2010 y fue sido diseñado para ofrecer una experiencia acústica y visual de primer nivel. Con un costo aproximado de 20 millones de euros, se proyecta como el “Salzburgo de Latinoamérica”, buscando atraer tanto a artistas como a públicos internacionales.
Financiamiento Privado y Filantropía
El modelo de financiamiento del Teatro del Lago combina recursos públicos y privados. La inversión inicial fue impulsada por donaciones privadas provenientes en lo sustancia de la propia familia Scheiss, lo que refleja un compromiso significativo con la cultura por parte de individuos y empresas. Este enfoque ha permitido al teatro mantener su independencia artística y ofrecer una programación diversa sin depender exclusivamente de fondos gubernamentales. El teatro ha implementado estrategias de filantropía cultural que incluyen programas educativos y de inclusión social, buscando democratizar el acceso a las artes. Estas iniciativas permiten que comunidades menos favorecidas puedan disfrutar de espectáculos y participar en talleres artísticos, fortaleciendo así el tejido cultural local.
Con la salida de Nicola de la administración nace un nuevo ente, el Board of Donors, compuesto por cuatro familias donantes, quienes a través de sus fundaciones seguirán apoyando al teatro. Junto a la familia Schiess está también la Fundación Gabriel y Mary Mustakis, la Fundación Ibañez Atkinson y la familia Matetic. “Este nuevo board estratégico tendrá la misión de sumar a más familias al crecimiento de la fundación, que hoy ya no busca solo impactar al territorio de Frutillar y la región de Los Lagos, sino también a todo el país. Queremos seguir expandiendo nuestros programas para ser un ejemplo en el continente y en el mundo, compartiendo nuestra visión: que la transformación social es posible a través de la cultura y las artes”, declaró uno de los ejecutivos responsables de la administración.
El financiamiento privado ha sido crucial en el desarrollo y éxito del Teatro del Lago. Este modelo de financiamiento ha permitido que el teatro no solo se construya con altos estándares tecnológicos y arquitectónicos, sino que también mantenga una programación cultural rica y variada.
La construcción del Teatro del Lago requirió una inversión significativa, estimada en aproximadamente 20 millones de euros. Gran parte de este financiamiento provino de donaciones privadas, lo que refleja un compromiso notable de individuos y empresas con la cultura. Este apoyo financiero inicial fue fundamental para establecer el teatro como un espacio cultural de primer nivel en América del Sur.
El financiamiento privado ha otorgado al Teatro del Lago una independencia artística considerable. Al no depender exclusivamente de fondos gubernamentales, el teatro puede programar una variedad de espectáculos y eventos sin las restricciones que a menudo acompañan a la financiación pública. Esto ha permitido la inclusión de producciones innovadoras y la colaboración con artistas internacionales, enriqueciendo así su oferta cultural.
Exitosa gestora
Nicola Schiess es hija del empresario chileno-alemán Guillermo Schiess. Estudió administración de empresas, hotelería y musicología en Sudáfrica y París, trabajó en la Orquesta Filarmónica de Viena. Conoció a su esposo, Ulrich Bader, mientras trabajaba en la gestión cultural de la Orquesta Filarmónica de Viena, se casó con Ulrich en Alemania y celebró su matrimonio en Frutillar, en el Teatro del Lago en construcción.
Continuó el legado de su padre al hacerse cargo del proyecto del Teatro del Lago tras su fallecimiento en 1998. Lideró la finalización del Teatro del Lago, inaugurado en 2010, que se convirtió en un centro artístico, cultural y educacional en la región de Los Lagos. Implementó una escuela de artes en la Casa Richter, ofreciendo clases de música, danza, ciclos de cine, teatro y literatura, revitalizando la tradición musical en la zona. Logró obtener financiamiento para el Teatro del Lago a través de la creación de un círculo de amigos del teatro a nivel nacional e internacional. Como parte de su gestión, abrió el teatro para eventos comerciales, como congresos y matrimonios, para asegurar la sostenibilidad financiera del proyecto.
Su gestión contribuyó al reconocimiento de Frutillar como Ciudad Creativa por la UNESCO en 2015, destacando el impacto del Teatro del Lago en el desarrollo cultural y económico de la ciudad.
El Teatro del Lago ha tenido un impacto significativo en la región de los Lagos, transformando el panorama cultural y económico de la zona.
El teatro ha impulsado la actividad cultural en la región, ofreciendo una programación de alta calidad que incluye óperas, conciertos sinfónicos, ballet y música popular. Este acceso a espectáculos de nivel internacional ha enriquecido la vida cultural de los habitantes de la región, quienes antes tenían que viajar a grandes ciudades para disfrutar de este tipo de eventos. El espacacio ha logrado captar la atención de un público diverso, incluyendo a personas que no estaban habituadas a asistir a espectáculos artísticos. Se ha convertido en un punto de encuentro para la comunidad local y un atractivo para turistas nacionales e internacionales, contribuyendo a la dinamización económica de Frutillar.
Por otra parte, la presencia del Teatro del Lago ha convertido a Frutillar en un destino turístico aún más atractivo. La belleza natural del entorno, sumada a la oferta cultural del teatro, ha atraído a visitantes de diferentes partes de Chile y el mundo, generando un impacto positivo en la economía local.
El teatro ha jugado un papel fundamental en la descentralización de la actividad cultural en Chile. Su ubicación a 1000 km de la capital ha permitido que los habitantes del sur del país tengan acceso a espectáculos de primer nivel sin necesidad de viajar a Santiago.
La Casa Richter, parte del Teatro del Lago, ofrece clases de música, danza, cine, teatro y literatura, contribuyendo a la formación artística de niños y jóvenes de la región. Se ha convertido en un espacio de aprendizaje e integración social, abriendo oportunidades para jóvenes de todos los grupos sociales.
La actividad cultural generada por el teatro ha impulsado la economía local, contribuyendo a la creación de empleos y al desarrollo de negocios relacionados con el turismo y la cultura. La música, por ejemplo, aporta el 5,4% de las ventas totales anuales de la comuna, una cifra significativamente mayor al promedio nacional.
En resumen, el Teatro del Lago ha tenido un impacto positivo y multidimensional en la región de los Lagos, fomentando el desarrollo cultural, económico y social de la zona. Se ha convertido en un símbolo de la descentralización cultural y un ejemplo de cómo la inversión en cultura puede transformar una comunidad.
Desafíos del Teatro del Lago
Uno de los principales problemas que han de reconocerse tienen que ver con el hecho de que la filantropía en Chile no está tan desarrollada como en otros países, lo que dificulta la obtención de fondos para proyectos culturales como el Teatro del Lago. Si bien el teatro ha contado con el apoyo de algunas familias y empresas, se necesita una mayor participación del sector privado para asegurar su sostenibilidad financiera. El diario El Mercurio destaca incluso lo desgastante que es esta actividad del fundraiser.
Hay que recordar que un estudio de la Universidad de Harvard indica que no existe en Chile un ambiente legal que favorezca las donaciones culturales. Tampoco hay un buen ambiente político. Una sucesión de gobiernos de izquierda han instalado la idea del Estado casi como único proveedor de recursos. Si bien hay leyes que hacen posible los aportes privados de personas y empresas, es presumible que no están actuando como eficientes estímulos a las donaciones.
Es cierto que el teatro ha tenido éxito en atraer público, pero es un desafío constante ampliar la audiencia y fidelizar a los asistentes. La ubicación del teatro, lejos de los grandes centros urbanos, implica un esfuerzo para atraer público de otras regiones. La gerencia del teatro ha implementado estrategias como ofrecer una experiencia completa que combine el evento artístico con la belleza natural del entorno para atraer a visitantes de Santiago, Argentina y la Patagonia. También se ha enfocado en programar eventos de alta calidad con artistas de renombre internacional.
El costo de las entradas es un factor importante a considerar, especialmente en una región con un poder adquisitivo menor que el de las grandes capitales. El teatro debe encontrar un equilibrio entre ofrecer precios accesibles para el público local y generar ingresos suficientes para cubrir sus costos operativos.
Por décadas el Teatro del Lago se ha destacado por ofrecer una programación de alta calidad, con la participación de artistas de renombre internacional. Mantener este nivel de excelencia artística implica una constante búsqueda de talentos y una gestión eficiente de los recursos.
Se requiere una institucionalidad que fomente la participación del sector privado en la cultura. Es necesaria una normativa más moderna sobre donaciones que facilite el apoyo económico a proyectos culturales. Se espera que las autoridades implementen medidas que incentiven la inversión privada en cultura y faciliten la gestión de proyectos como el Teatro del Lago.
El teatro ha tenido gran éxito con las orquestas sinfónicas, pero es importante diversificar la oferta para atraer diferentes tipos de público. La programación del teatro ha incluido ópera, ballet, música popular y eventos educativos, buscando ampliar su alcance y llegar a nuevos segmentos de la audiencia.
La Casa Richter juega un papel importante en la formación de nuevos públicos y la descentralización del acceso a la cultura. Continuar con la labor educativa es fundamental para el desarrollo cultural de la región a largo plazo.
A pesar de los desafíos, el Teatro del Lago ha logrado consolidarse como un importante centro cultural en la región de los Lagos, contribuyendo al desarrollo social, económico y cultural de la zona. Su éxito dependerá de su capacidad para superar los desafíos financieros, atraer y fidelizar al público, mantener la calidad artística y adaptarse a las necesidades cambiantes de la comunidad.
Hay que reconocer, además, que la mayoría de los teatros de ópera en Sudamérica dependen en gran medida del financiamiento público para su funcionamiento. Si bien se observa una tendencia hacia la diversificación de las fuentes de ingresos, pero los aportes estatales siguen siendo fundamentales. En este sentido, el Teatro del Lago enfrenta el desafío de la limitada cultura filantrópica en Chile, que dificulta la obtención de fondos privados.
Los veinte años de dirección de Nicola Scheiss retratan al Teatro del Lago como un ejemplo exitoso de gestión cultural en Chile, destacando su impacto en la descentralización cultural, la formación de audiencias, el desarrollo económico local y la educación artística. A pesar de los desafíos que enfrenta, el Teatro del Lago se ha consolidado como un referente cultural en el sur de Chile, demostrando que la inversión en cultura puede transformar una comunidad y generar un impacto positivo a nivel regional y nacional.
Historia y Hitos del Teatro del Lago: Una línea de tiempo
Finales del siglo XX: La idea del Teatro del Lago nace al alero de las Semanas Musicales de Frutillar. El empresario chileno-alemán Guillermo Schiess, impulsor del proyecto, consigue la donación del terreno por parte de la municipalidad y comienza la construcción.
4 de febrero de 1998: Se coloca la primera piedra del Teatro del Lago.
1998: Fallece Guillermo Schiess. Sus hijos, incluyendo a Nicola Schiess, continúan el proyecto.
2005: El Teatro del Lago comienza a operar en algunas de sus etapas, ofreciendo actividades culturales durante todo el año en Frutillar.
2009: Nicola Schiess y Ulrich Bader, su esposo, lideran el proyecto. Se enfocan en conseguir financiamiento para apoyar la cultura y la educación, además del desarrollo del teatro. Se crea un círculo de amigos del teatro a nivel nacional e internacional.
Finales de 2010:Se inaugura el Espacio Tronador-Sala Nestlé, la sala principal del teatro con capacidad para 1.200 personas, convirtiéndose en el teatro más moderno de Chile en ese momento.
6 y 7 de noviembre de 2010: Inauguración oficial del Teatro del Lago con una celebración de dos días. Se programa un evento nacional con invitados internacionales de primer nivel y una jornada de puertas abiertas para que el público pueda recorrer las instalaciones.
2010-2011: El teatro aumenta su programación con espectáculos de mayor envergadura, incluyendo óperas, conciertos sinfónicos y ballet. Se posiciona como un escenario internacional en la Patagonia, atrayendo público desde Valdivia hasta Puerto Montt.
Hitos de 2010-2011: Destacan la actuación de Buena Vista Social Club en música popular, la presentación de orquestas internacionales como la Deutsche Kammerphilarmonie Bremen, la visita del Ballet de Santiago y la ópera “El rapto en el serrallo” de Mozart. Se resalta también la labor educativa a través de la Casa Richter.
2011: El teatro recupera un 30% de su inversión a través de la venta de entradas, una cifra significativa considerando que era su primer año de funcionamiento en una ciudad con poca infraestructura cultural. Se registran 160 mil asistentes, con las orquestas como la oferta más exitosa.
Estrategias para captar público: Se aprovecha la menor oferta cultural de la macro región sur en comparación con las grandes capitales y se promociona la experiencia de disfrutar un evento artístico en un entorno natural privilegiado. Se busca atraer público de Santiago, Argentina y la Patagonia.
Puntos altos de la temporada 2011-2012: Se anuncian las visitas de la Sttutgart Bach Academy, la violinista Sarah Chang, Concerto Köln con el barítono Matthias Goerne, el estreno de “La flauta mágica” de Mozart, el regreso del Ballet de Santiago con “Don Quijote” y el debut del Ballet del Sodre del Uruguay dirigido por Julio Bocca.
2015: La UNESCO reconoce a Frutillar como la primera ciudad creativa en Chile, destacando el rol de las Semanas Musicales y el Teatro del Lago en el desarrollo cultural local.